Smith tiró el periódico sobre la mesa para dirigirse a la barra en busca de algún otro periódico del condado. Silver lo recogió cuando volvía del baño, se sentó y leyó "La Trompeta, el semanario dominical de BK" los titulares eran todos sobre las desapariciones y el internamiento en el psiquiátrico de Greenwood de la prometida de Adam S.
"No vale la pena ni ojearlo, sólo dice chorradas del tipo que te gustan a ti".
A Silver le dio un vuelco el corazón, enfrentarse ante un caso donde rondaba lo paranormal le calentaba la sangre.
Cuatro años antes se encontraba oculto entre unos setos de una mansión neoyorkina, reptando sigilosamente hasta una hiedra frondosa por la cual trepar hasta el piso superior, donde una adinerada poetisa aficionada había reunido a lo más exquisito de la Alta sociedad para envolverse en el mayor de los lujos, la lujuria y los rituales paganos que ésta había aprendido en Rumanía.
Mientras tanto el soldado de primera Carl Smith volvía de Bélgica junto con miles de compañeros, la guerra había terminado, apenas un año en tierra extranjera le había valido para apreciar más la vida, y a odiar al ser humanos y cualquier dios que pudiera permitir semejante sinrazón.
Se ganó la vida persiguiendo maridos y esposas infieles y denunciando destilerías ilegales que le hacían la competencia a sus clientes
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