The day of Cthulhu. Capítulo 6

martes, 23 de junio de 2009

¡Ya le digo yo! Hammet era un egoísta desgraciado
-Smith anotó algo en el bloc de notas -
El señor Hammet era, o es, un hombre adinerado ¿Conoce alguien a quien beneficiase su muerte?
No le conozco nadie cercano, yo creo que lo parió el mismo demonio. Las que van a estar tristes son las chicas de la ciudad.
¿Era un mujeriego? ¿Tenía alguna novia?
¡Era un hombre de moral ligera!
Entiendo... ¿Alguien a quien hubiese ofendido últimamente?
¿Estaba usted aquí cuando Alexander se esfumó?- espetó el vecino.
¿El otro desaparecido, el mendigo?
Si, "El mendigo", tuvieron una discusión dos días antes de que nadie más los viera.

Silver cruzó el umbral de la puerta de la comisaría.
"Así que discutió con el Sr. Alexander Locke y dos días después se esfuman sin dejar rastro.
Si, en la estación. Y por cierto, el comerciante si que dejó rastro, se sabe que fue a cazar, dejó un reguero de cartuchos. Pero nada más se sabe. Este es un pueblo pequeño, todo el mundo se conoce, no veo a nadie capaz de hacer algo así, y sepa usted bien que si lo supiese no se lo diría ni a usted ni al bueno de Munger para que lo publique en el periódico local.
Estamos aquí para ayudar" - Objetó Silver.
"Nosotros sabemos hacer bien nuestro trabajo, no necesitamos a nadie de fuera. Agradezco la preocupación de Adam, pero ustedes no saben nada del pueblo, ni probablemente tengan ni idea de como orientarse en el bosque, así que tengan la amabilidad de largarse y dejar de molestar a los conciudadanos de una puñetera vez."
Tras una hora de plática más menos amistosa, Silver le sacó al Sheriff una anotación del lugar aproximado donde había desaparecido Albert Hammet.

"¡Estoy de barro hasta las orejas!" Se lamentó Smith. "Sólo vamos por la tercera granja y estamos haciendo todo el camino a pie como dos idiotas, debimos haber traído el coche. Mejor dicho ¡Debiste haber traído el coche!
Eres tú el que siempre está mirando el dinero, nos hubiese costado de 50$ a 70$ traerlo, o eso, o arriesgarnos a destrozarlo con un viaje largo por una zona que no conocemos.
Mañana te lo traes. Se está encapotando, nos va a pillar la lluvia.
¿Porqué narices tendría que ir yo a por él? ¡Tráelo tú y de paso trae algo de ropa de abrigo!
Tu la has cagado y tu lo arreglarás, mientras tanto yo lidiaré con los paletos
¿Paletos? Tú eres el de Jersey." - Puntualizó Silver.
"Sólo nací allí, llevo en NY desde los 2 años ¡Paleto!" Los dos se rieron mientras alcanzaban una zona más seca del camino.
Llegaron a la vaya de la entrada, la cual estaba en medio de un barrizal que los dos detectives ya venían conociendo desde primera hora de la mañana.
A unos 50 metros estaba un hombre que rozaba la cincuentena y lo que parecía ser su hija de 15 años, la cual le ayudaba a sujetar los maderos con los que construían un cobertizo más mal que bien apuntalado.
"¿Y dices que este es el de las vacas voladoras?
¡Te va a oír!
Con lo secas que están no me extraña de que tenga miedo de que se vuelen..."
El individuo de pantalones vaqueros y tirantes advirtió su presencia, levantó el mentón cómo el perro que ha detectado su presa. Dejó el martillo a la chiquilla y dejó libre la mano que tenía más cerca de la carabina del .22 que descansaba junto a él.

Smith no reparó en el detalle y saludó ufano, mientras un camión pasó a toda velocidad detrás de ellos por el camino que llevaba a Black Knob.

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