The day of Cthulhu. Capítulo 7

martes, 30 de junio de 2009


35$ por una columna, increíble "...si, si, claro...eh...en 3 días...en 3 días, seguro. Muchas gracias, muchas gracias."
El periodista tenía la oportunidad tan ansiada. Ahora si. Las palabras fluían por el papel, frente a la máquina de escribir, sacaba hojas y hojas de buena información lista para mandar a Augusta. Su ansiado sueño de llevar su prosa más allá de Black Knob se vislumbraba entre los blancos picos.

Eran varios los artículos que le habían publicado,básicamente subsistía de ello, pero este era el primero por el que le pagaban una buena prima, le pedían más y más información. La población local era sólo una décima parte que la de la capital, pero en ese momento, en ese instante, el corresponsal de Black Knob tenía la noticia.

Smith se adelantó "El señor Gray supongo" ofreciendo su mano y una sonrisa hierática "Me llamo Carl Smith y me gustaría hacerle unas preguntas sobre la desaparición del ganado, con la intención de resolver quien es el culpable" El neoyorquino todavía extendía la mano, mientras el granjero respondía con una mirada turbada, acentuada por el ojo izquierdo de éste, medio paralizado. "Aquí no hay ningún Gray, ni yo soy Gray ni ella es Gray. Aquí sólo estamos mi hija, yo y las vacas".


Silver se dispuso a abrir la boca, Carl se le adelantó "Sabemos que es usted Samuel Gray, no hay motivo para ocultarlo" la mano de su compañero se posó sobre su hombro pidiéndole paso "Caballero, no es nuestra intención importunarlo, estamos aquí para ayudar, nos gustaría atrapar al culpable. Como verá todos estamos interesados en que cesen las desapariciones y estar tranquilos". El veterano aldeano chascó la lengua y sonrió irónico mientras ponía los brazos en jarras.
La voz del primer investigador sonó de nuevo " 'La trompeta' no ha sacado su nombre a relucir, sin embargo algunos de sus vecinos sospechan que es usted el que habló con Charles Munger. Es un buen periodista y no nombra sus fuentes, pero algún periódico de la capital puede no tener tantos escrúpulos si le contamos una historia sobre vacas voladoras" Samuel quedó aturdido, se quedó unos segundos petrificado mientras evaluaba las posibilidades. Entretanto Smith sonreía creyéndose victorioso, cuando reparó en el arma junto a los maderos, la situación podía irse de madre en un momento.
La niña observaba la reacción abatida de su padre y como los extranjeros lo amenazaban "La vaca no voló" El padre observó a su hija, la cual, cada día le parecía más una mujer "Algo se la llevó, no eran buitres ni águilas, pero volaban y se la llevaron" "¿Había más de uno de 'esos'?"-espetó intrigado Silver. "Vinieron al menos tres"- balbuceó el cincuentón. La muchacha intentó hablar, "Calla Liza, ya has dicho suficiente" "Ahora ustedes se marcharán de aquí, no se quienes son, pero si en algo implican a mi familia, les encontraré" Se limpió la mano derecha y localizó la carabina por si tenía que disponer de ella.

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