The day of Cthulhu capítulo 15

viernes, 25 de septiembre de 2009


El coche aparcó frente al hotel, el motor estaba ardiendo...o casi. El hombre bajó del vehículo, despacio, como a cámara lenta. Se arregló el pelo, se caló el sombrero y cogió una maleta. Entró en el local, vio a la cotilla de detrás del mostrador y le dirigió unas palabras. Ascendió las escaleras apurando sus energías. Dejó la maleta y miró tentado la cama. Fuera caían los primeros copos de nieve. Resoplo al abandonar la habitación, dirección al cuchitril de La profe. No la encontró allí, ni a ella ni a Silver.
 Ya eran las 6 de la tarde cuando la mujer atravesaba el umbral "¡Maldita sea Carl! ¿Qué haces aquí?" "Esperaros ¿Qué habéis estado haciendo mientras yo no estaba".
"¿Quien le ha hecho esto?" "No sabría decirte exactamente" el investigador se giró hacia Munger con los brazos en jarras "Dime quien narices le ha hecho esto" "Te dice lo que sabemos, Carl. Le atacó un animal o lo que quiera que sea eso. Parecía medio humano, medio perro" Examinó el rostro de ambos "Vacas voladoras y licántropos ¿Eso dices que has visto, verdad Munger?" "Ahora trabajamos juntos, el señor Smythe me ha permitido unirme a la investigación" "Yo soy el único que lleva el caso, no me importan las vacas o los paletos que hayan desaparecido, voy a encontrar al que le hizo esto a Silver" "El cupable está muerto, Charles lo mató" Le contaron lo sucedido, el neoyorquino volvió a mirar a su compañero, el cual yacía sobre una cama antigua, vendado y amoratado. "Muy bien, vosotros dos vendréis conmigo y haréis lo que yo diga. Vamos a pescar al cabrón ese de Smythe, y si está detrás de todo esto, a descubrir por que nos contrató"
El investigador miró su recién adquirido reloj de pulsera, 1:10 a.m. Adam S. salía de la casa con un bulto bajo el brazo, caminaba ligeramente encorvado y portaba un ojo de buey sin encender. Carl se levantó y fué hacia el coche "El viejo ha salido" susurró a La profe y Munger, sacó algo del maletero, los tres cerraron las puertas con delicadeza. No dieron ni dos pasos cuando oyeron una de las puertas del coche abrirse, una oscura figura se perfiló en la noche "Pensabais dejarme atrás" "Félix dijo que no tenías que irte todavía" "Por 20$ al día no me extraña, además el caso es mío" "Es 'Nuestro'. Vayámonos, no sabemos cuando volverá de las nueve piedras".
"Cerrado, dad un rodeo" musitó Carl desde el porche. Silver cubría la cara oriental de la casa, Munger y La profe formaban una sola figura en medio de la noche, corrieron hasta lado opuesto a Silver. Éste encontró una trampilla hasta el sótano, cerrada también. "No hay puerta trasera" informó la pareja. Carl caló la palanqueta en la trampilla, las astillas saltaron, los goznes crujieron y el cuarteto pasó. Silver iba en cabeza con una linterna de tres pilas, como La profe, aunque ella iba atrás, todavía traumatizada por lo que había vivido en el bosque hacía poco más de un día. Nueve piedras, nueve en forma de cuña, nueve apuntando hacia ningún sitio, un altar y algo peor que todo lo anterior.

2 Comentarios:

LuisNCT dijo...

interesante blog, Cthulhu y ademas un enlace a un blog de jeetkundo en valencia!
iré leyendo el relato, un saludo

Luferbal dijo...

Gracias! ¿Me has conocido por Alberto B.?