The day of Cthulhu capítulo 13

domingo, 13 de septiembre de 2009


"¿Seguimos buscando?" "Por supuesto, vamos a separarnos diez pasos unos de otros y haremos una batida" Cada uno de los hombres se posicionó en un extremo, la mujer iba en medio, aunque no mediando entre ellos.
 "¿Donde naciste, profe?" "En Nuevo México ¿Has estado alguna vez por el sur?" "No he salido apenas del condado... no te he notado el acento" "He viajado mucho" "¿Por qué te llaman 'La profesora'?" "Un día unos niñatos se reían de mí y les dije que les iba a enseñar educación, desde entonces todos me llaman así" La profe se sorprendió sonriéndole "¿Cómo te llamas realmente?"
Sonaron tres disparos.
"¡Soy el guardián del Símbolo Amarillo!" Apareció el antiguo jardinero de Smythe, vació el cargador de su revolver y recargó con intención de acabar con la vida los 3 intrusos.
Munger y la mujer se echaron junto a una roca, Silver se cubrió tras un árbol y desenfundó una 9mm de la sobaquera. La profe sacó un arma de mayor calibre, a Munguer le sorprendió ver a la mujer armada y con un arma tan grande.
La profe devolvía el fuego, el periodista se cubría como podía, de repente la sangre le salpicó.
Silver sujetaba el arma con las dos manos. Cuando le quedaban 2 balas en el cargador, el atacante cayó abatido por 3 impactos de bala. El investigador fue hasta el cuerpo para estar seguro de que un simple jardinero les había atacado sin motivo "Soy el guardián del símbolo amarillo" ¿Qué símbolo? ¿Estaba desequilibrado? ¿Qué estaría custodiando con tanto celo en medio del bosque?
Mientras la mujer se tapaba la herida del cuello, Munguer la examinó e intentó tranquilizarla, no era grave, pero "¡Uf! por los pelos".
Algo se movía entre la arboleda. Mientras guardaba el arma, Silver apreció una figura humana entre las sombras.
"El hombre desnudo", musitó mientras se levantaba del suelo. La figura salió corriendo y se inició una persecución.
"¿Donde está Silver?" preguntó La Profe mientras Charles le ayudaba a levantarse, éste oteó a su alrededor.
La criatura corría mucho más rápido que un Silver agotado. Después de recuperar el aliento, miró en la dirección donde se había escapado el "hombre desnudo", dio una media vuelta resignada y rehízo el camino de vuelta. Un momento después oyó el crujir de unas hojas, al mismo tiempo que se giró, recibió un zarpazo de dolor en todo el pecho. Ahora veía con claridad a la criatura, apenas quedaba algo de humanidad en ella, tenía el hocico alargado y la cara similar a una hiena, su cuerpo era velludo, las rodillas estaban giradas hacia su espalda, cómo las de un pájaro.
El monstruo mordió con fuerza el hombro izquierdo, aunque había intentado morder el cuello. Silver cayó al suelo, mientras trataba de liberarse de la presa con una mano, con la otra desenvainó el arma y le descerrajó dos disparos a bocajarro. La criatura auyó de dolor, la mano de Silver que intentaba liberar la presa, ahora estrangulaba; con el arma descargada golpeó el hocico.
La criatura apenas se inmutó, con ambas garras atrapó los brazos de Silver y consiguió situar una de sus patas en el vientre de Silver y desgarrarlo. Éste seguía golpeándolo con todas sus fuerzas, la criatura desgarraba, mordía y mantenía la iniciativa en todo momento. La sangre de Silver ya regaba el musgo, tenía las peores cartas. No llegó a ver a la otra criatura. Se oyeron tres disparos, el cerebro del monstruo se derramaba sobre el neoyorquino, apenas pudo ver la figura de Munguer con el revolver humeante que había arrebatado al jardinero, de una patada apartó a la bestia "¡Dios! Profe ayúdame a llevarlo a casa de Félix".
La mujer observó con desprecio como Silver luchaba por respirar "Me has fallado, como todos los hombres de mi vida".

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