Freeport - Prólogo.

viernes, 15 de noviembre de 2019

He empezado una nueva campaña del juego de rol "Vieja Escuela" y he decidido empezarlo en la famosa isla de Freeport, situada al oeste de La Costa de la Espada.
Voy a reutilizar este blog como recordatorio para empezar las partidas con mayor celeridad, siguiendo la misma dinámica del Cabo Hicks



Oskrast era un tipo sencillo, un pastor de ovejas y cabras de una villa cercana a Argluna. Creció con su hermano Lucius, el cual sintió la llamada de Ogma, el dios del conocimiento, siendo destinado al Templo del Conocimiento en la isla de Freeport.
Este le escribía una vez al mes para contarle que era de su vida y lo emocionante que eran los tomos que caían en sus manos. Pero un día esas cartas dejaron de llegar. Oskrast le escribió y no recibió respuesta. Escribió al templo y recibió una escueta nota en la que le informaron que su hermano ya no formaba parte de la comunidad.
La vida y las responsabilidades ocuparon la mente de Oskrast durante cinco años, hasta que recibió una misiva de su hermano Lucius. Decía haber estado viajando por el mundo, pero no recordar nada de lo vivido.
Ocho meses más tarde su hermano le solicitaba ayuda. La ciudad se estaba volviendo peligrosa para él y tenía la sensación de que le estaban siguiendo.
Oskrast no se lo pensó dos veces, él y su mejor amigo Thursin Rubyminer, un enano con una sensibilidad especial por el arte y sacerdote de Moradin; tomaron sus bártulos y se dirigieron al oeste, camino de la antigua ciudad de los piratas, Freeport.

En el mismo barco viajaban también un humano y un enano.
Skarde era un enano que servía como guardia del gremio de joyeros, durante años fue viendo crecer al hijo de un orfebre reconocido.
Aquel mozo llamado Galgan, llegó a convertirse en un aprendiz de mago que estaba destinado a empresas mayores que la venta y fabricación de joyas. Skarde se ofreció a compartir los caminos con él, aportando el músculo que le faltaba al inquieto mago.
Galgan guardaba un secreto. Gracias a su devoción por Mystra, la diosa y madre de toda magia; le permitieron acceder al la biblioteca privada del Templo de las Trece Esferas, donde para su desgracia se topó con un texto sacrílego llamado "Historia no contada del Innombrable":
"Hace eones El Inmobrable despertó de su letargo y el resto de dioses tuvieron que crear una nueva dimensión sólo para él, pues destruía todo lo que estaba a su alcance. Algunos especulan que podría ser la versión en negativa, o la cara oculta, del propio dios de dioses Ao.
Todavía hoy su culto se extiende entre los perturbados, algunos llegan a vislumbrar el mal absoluto, usando su locura como medio de comunicación.
La vuelta del Innombrable, acabaría con toda la vida y la materia."

Las imágenes que evocaban aquel libro, aquellas ciudades ciclópeas que existían en otro estado de la materia y bajo otras leyes de la física, con criaturas inconcebibles y ciudades altas  y sinuosas; afectaron al equilibrio emocional del joven aprendiz.
Quizás su mente se había abierto a una pequeña parte de aquella otra realidad, quien sabe que más podría colarse por esa puerta abierta...

Las pesadillas se sucedieron con una intensidad intermitente, aunque las últimas eran diferentes. El mar. Se veía el mar. Una costa reconocible y una isla a lo lejos. Aquella isla emitía una sombra con zarzillos que se extendían por todo Toril.
Galgan no podía evitar sentirse atraído por esa visión. Su amigo Skarde le propuso recorrer la costa y despejar sus dudas.

Recorrieron la Costa de la Espada y la encontraron. Freeport. Era Freeport sin duda, aquella era la costa que había visto en sus sueños y aquella la isla de formas sinuosas. Estaba diferente, el paisaje no era el mismo, pero allí estaba su destino y no lo iban a dejar escapar.

Los cuatro héroes tomaron pasaje en un barco hasta aquella isla lejana. La aventura de sus vidas acababa de empezar.



2 Comentarios:

Juku dijo...

Esto va viento en popa.

Thorton dijo...

Buen relato, se avecina una aventura interesante.