Freeport - Capítulo primero

martes, 26 de noviembre de 2019


 Al acercarse a la isla principal, vieron que Freeport tenía algunas islas más pequeñas, llamadas Los Dientes de Serpiente.
 En la mayor de ellas se estaba construyendo el mayor faro que hubiesen visto - "La Locura de Milton" lo llaman - dijo el capitán mientras miraban asombrados - lleva diez años asfixiando a impuestos a la población para crear el mayor faro de Faerûn.

 Los muelles estaban atestados, no sólo de marineros, sino también por el mercado que lo recorría. Pronto los héroes se aferraron las bolsas, evitando a chiquillos de ojos maliciosos en busca de alguna moneda distraída...
 Buscaron el camino al barrio de los templos, pero alguien les estaba siguiendo y entre las callejuelas les acorralaron varios malhechores - Bienvenidos extranjeros, os habéis presentado como voluntarios para una vida de aventuras en el mar - dijo un desdentado bajo y fuerte, que parecía ser su líder, el resto rieron las gracias mientras preparaban las porras - podemos hacer esto por las buenas o por las malas.
 No buscamos problemas caballero - dijo Galgan mientras sus dedos se rodeaban de llamas - sólo queremos seguir nuestro camino - Los malhechores no se amilanaron; no parecía impresionarles la magia ni las armas, ya que les superaban dos a uno.
 Por las malas va a ser - dijo Thusin, el sacerdote enano, mientas de ponía en guardia.
 Skarde no dijo nada, de un salto hundió su hacha en mitad de la cara del primer desgraciado. Cuando no había caído el primero, el líder gritaba de dolor mientras ardía en llamas por la poderosa magia de Galgan.
En la retaguardia, Oskrast, el hermano de bibliotecario, metió palmo y medio de acero en el pecho de uno de los bribones que les cortaba el paso.
 Los supervivientes salieron corriendo como alma que lleva al diablo, el suyo era un oficio sencillo, secuestrar, robar y vender a los incautos como remeros.

 Por donde huían algunos desgraciados apareció un hombrecillo al que ya habían visto en el puerto - Mis disculpas señores. Estoy buscando a Oskrast y vos coincidís con la descripción.
 Se presentó como Egil, sacerdote de Ogma y amigo de Lucius, les informó de que éste había desaparecido hacía dos días.
Fueron a la taberna de "La rata ahogada", donde la cerveza era de mejor calidad de lo que esperaban - Lucius llevaba dos meses bastante raro - continuó Égil, que se ofreció a pagar las bebidas - decía que no podía dormir, tenía unas pesadillas horribles. Empezó a preguntar por lo que pasó hace cinco años, cuando le echaron del templo, lo cual molestó a Thuron, el Sumo Sacerdote. Últimamente incluso le vi con una daga al cinto...
Oskrast quiso visitar la casa de su hermano de inmediato, Egil ofreció a los otros acompañantes 75 dracs de oro por traer al bibliotecario de vuelta.

 La casa era pequeña, con una sola cama. Estaba llena de papeles y comida en mal estado. Entre los papeles encontraron el diario de Lucius, así como una lista de tareas y una trampilla que llevaba al sótano...

En el sótano encontraron material de carpintería y una extensa fila de estanterías en las que empezaba acumularse el polvo.
Dedujeron que debió de haber una gran cantidad de libros en algún momento, pero estos fueron desapareciendo de forma gradual.
Sólo quedaban dos libros, pero escritos en un idioma desconocido y un alfabeto que les era totalmente ajeno.

Galgan examinó los libros, no entendía nada, pero por un instante las letras empezaron a formarse en su cabeza y a tomar sentido. Era un libro de viaje desde La Costa de la Espada hasta el Cormyr, describía a las gentes del lugar y valoraba su posible uso como esclavos, localización de las ciudades y... las letras volvieron a ser un galimatías.


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