Freeport - Capítulo segundo

Nuestros héroes decidieron visitar El Templo del Conocimiento, dedicado a Ogma. Les recibió el novicio Norton, que les indicó que el Sumo Sacerdote Thuron estaba ocupado con la inauguración del faro y sus quehaceres diarios.

Fueron dirigidos a Milos, su asistente personal.
Este les confirmó que Lucius fue expulsado hace cinco años por violar el sancta sanctorum del templo, donde se guardan los incunables más delicados y los saberes más profundos del templo.
Hacía seis meses que este había sido readmitido al presentar una colección de libros única.
El último mes el bibliotecario había estado más raro de lo normal y estuvo importunando a sus compañeros con preguntas sobre la época de su expulsión, Thuron lo llamó al orden, pero Lucius no moderó su actitud.

Galgan tendió una trampa a Milos, haciéndose pasar por un sacerdote de Mystra, por lo que era capaz de sentir la mentira. El ayudante era bueno ocultando su reacción, pero el pasado comerciante del mago le permitió ver un rastro de ira en el ayudante, algo no iba bien - Si recuerda algo más sobre Lucius, estamos alojados en "La Pluma del Escriba" una posada cercana - Milos anotó el nombre de la posada y el nombre de los héroes.

Estos se acercaron a la posada, donde en realidad no se estaban alojando, y avisaron que puede que preguntasen por ellos, para el asombro de Desi, la posadera.
Oskrast se quedó vigilando el local y el resto se fueron al puerto a buscar al "Capitán Scarbelly" que aparecía en la lista de tareas de Lucius. Entre los tres hicieron un buen trabajo y averiguaron que había un barco de orcos piratas llamado "Venganza Sangrienta" que había atracado hacía 11 días, el único que había abandonado el barco era el citado capitán, un gran espadachín, y por pocas horas al día.

Frente al barco amarrado estaba una taberna de mala muerte llamada "El Garfio Oxidado" donde acudía el capitán a desahogarse. Los héroes se tomaron una cerveza esperando al capitán y acabaron sobornando al tabernero para que estuviese atento.

Mientras Oskrast vio aparecer a un par de mujeres con malas pintas que fueron a preguntar por ellos a la posada.
El granjero siguió a las mujeres a cierta distancia hasta una taberna del puerto. Mientras vigilaba la entrada de la taberna, un tipo grande con un espadón pasó a su lado con actitud decidida. Los tres empezaron a hablar, a Oskrast le dio la impresión de que la mujer con la espada era la que mandaba del grupo, de repente las tres figuras se giraron hacía donde estaba Oskrast. Este no esperó y salió corriendo por los muelles.
Esta no era la ciudad del granjero, pero supo moverse entre gente y dar esquinazo al grupo por una de las callejuelas.

Después del susto, puso rumbo a "El Garfio Oxidado", donde Thusin, Skarde y Galgan habían localizado al Capitán Skarbelly en medio de una partida de dados. No se atrevieron a interrumpirle hasta que este volvió de vaciarse las entrañas.
Al final los héroes consiguieron sacarle algo de información sobre Lucius, aunque con cada pregunta, el capitán exigió una ronda de chupitos para todos - He venido aquí a pasarlo bien, mierdecillas, y no voy a beber solo - lo que bebieron tenía más de líquido corrosivo que de bebida espirituosa, pero el Capitán ponía las reglas y los demás obedecían, eso les quedó claro de inmediato.
El capitán orco les contó que Lucius les acompañó en su barco hacía cinco o seis años. Fue un pasajero tranquilo que no molestaba durante los abordajes. Parecía interesado en las gentes y la orografía, pero la verdad es que no hablaba apenas.
Lo dejaron en el norte, en el Valle de Viento Helado. Cual sería su sorpresa, imaginó que el bibliotecario había muerto congelado, pero no, Lucius volvió a abordar al Capitán para preguntar por su pasado, como si no recordase nada de aquel viaje.

Con más dudas de las que tenían al entrar, los héroes abandonaron la taberna algo mareados, encontrando a Oskrast, que les contó su huída entre los muelles...