Tokarev

"¿Creé que está suficientemente cualificado para el puesto?"
El entrevistador se había mostrado suspicaz con mi corte de pelo o la casi ausencia de éste .

"¿Lleva la cabeza rapada para ahorrarse el peluquero o por algún otro motivo?" Intentaba hacerse el gracioso. Mostré en todo momento la más serena de las sonrisas, intentando no parecer un idiota.

Me fijé en sus manos, eran gruesas, estaban desgastadas después de toda una vida de trabajar con ellas, este tío podía llegar a caerme bien...
"El colgante ese que lleva es un poco inquietante ¿Le gustan las armas?"
...Si no fuera tan indiscreto.

"Un regalo de mi padre" Cierto
"El pobre está bastante enfermo y ya no puede salir a cazar, por eso me regaló esta bala" Falso, mi padre está perfectamente, pero es una mentira facilmente corregible.
"Vaya lo siento..." No se lo ha tragado.
"...Espero que se mejore" Seguro que el muy imbécil no sabe que una 8x32mm no es una bala de caza.

"¿Salía de caza habitualmente con su padre?" Mientras tanto me vibraba el móvil, justo debajo de la Tokarev que llevaba bajo el brazo.

"Usted empieza a ser inquietante con sus preguntas, este interrogatorio no está relacionado con mi currículum. Empiezo a estar más que harto de los cabrones explotadores que me juzgan por como visto."- Me levanté -"No es relevante para un trabajo de mecánico si salgo de caza o no, no es relevante si mis colegas y yo les damos una lección al mundo para que nos comprenda".

El móvil seguía vibrando sin emitir sonido alguno, si ya era realmente molesto aguantar al individuo éste, el aparatito me estaba poniendo de los nervios. Abrí el gabán para responder y marcharme de una vez. Era un número desconocido, quizás otra entrevista.

Un "ring" sonó en mi cabeza, después desperté con un madero al lado y otro llevándose un teléfono fijo, de esos antiguos , manchado con la que supongo era mi sangre.

¡Mierda! Yo sólo quería un curro...